domingo, junio 17, 2018

A mi padre


Cuanta importancia tiene el padre en los varones.

Que fuerte es el punto de referencia, el modelo que nos transmite 

desde el nacimiento, del cual tenemos que tomar lo más 

importante, ya que hay otros aspectos que surgen de la experiencia 

de vida. 

Cuantas veces ese modelo se traduce en un hombre fuerte de 

corazón bondadoso y hay que saberlo apreciar.


A ese hombre,

a veces solemne

con el ceño fruncido

y mirada distante

que daría su vida

por mí a cada instante,


que vela mis días,

y noches sin estrellas,

con la palabra precisa,

en el momento justo,

que me observa de lejos,

pero sigue mi rumbo.


Al que no siempre

lo he comprendido,

por estar tan serio

luchando en sus sombras,

sin decir palabra

sin tener su propia aurora.


Ahora lo entiendo,

aquí a la distancia.

como si supiera

lo que él al fin siente,

librando sus batallas,

librado a su suerte.


Es que en este día

mucho pienso en el.

Es como un reflejo

que se proyecta en mí,

de lo que algún día

habré de vivir.


Por eso padre mío,

una vez más te deseo

que me perdones

cuando me equivoco

y no soy nada justo

y no te miro ni a los ojos.


Yo sé que estarás

siempre a mi lado

hasta el fin de los tiempos.

¡Aunque pasen los días

estaremos juntos

para toda la vida!



Juntos para toda la vida. 

Cada uno de nosotros llevamos a nuestro padre en algún rincón del 

alma, pero también en las actitudes, gestos, formas de ser. 

Y aunque el agradecimiento pueda llegar en forma tardía 

de parte de los hijos, finalmente llega. 

Especialmente cuando nos toca ser padres.







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